Fruto de los resultados obtenidos mediante las herramientas que miden la satisfacción de los clientes, y derivado de los planes de acción diseñados para mejorarlos, se han previsto una serie de actuaciones, independientes para cada sociedad, consideradas necesarias para mejorar el grado de satisfacción de los clientes. Dichas acciones pueden tener un plazo de desarrollo a corto, a medio o a largo plazo.
De entre ellas, las más destacadas son:
- Fidelización de clientes a través de relaciones basadas en los principios de transparencia, calidad, privacidad, satisfacción, seguridad y salud y comunicación responsable, para consolidar los vínculos en base a contratos de larga duración.
- Incremento de la cartera de clientes. Búsqueda de nuevos clientes necesarios para conseguir orientar la actividad al plan estratégico de la organización.
- Generación de nuevas alianzas con los principales clientes mediante la consecución de objetivos y metas comunes orientadas a lograr beneficios mutuos.
- Continuar mejorando la relación con los clientes así como la satisfacción, a través del desarrollo de herramientas que midan de la forma más objetiva posible su nivel de satisfacción.
- Aumento de la capacidad productiva para cubrir la demanda de los clientes.
- Perfeccionar los plazos de entrega, mediante una buena planificación, llevando a cabo un estricto seguimiento de los proyectos, y desarrollando procesos innovadores y alianzas con los proveedores que mejoren su ejecución.
- Ampliar la gama de productos y servicios proporcionados para lograr una mayor cuota de mercado, utilizando para ello el conocimiento de las necesidades del negocio a través de estudios de mercado.
- Perfeccionar la integración e implicación con el cliente.