En el cálculo de los indicadores ambientales de Abengoa se han tenido en cuenta los centros de trabajo, sus actividades asociadas y todos los proyectos promovidos directamente por la organización.
Para los demás proyectos se han considerado las magnitudes derivadas de la actuación de la organización, pero no las materias primas, consumos o residuos atribuibles a los promotores de dichos proyectos. Tampoco se han tenido en cuenta las actividades de mantenimiento o explotación realizadas en instalaciones de clientes ni las compras realizadas entre sociedades de Abengoa.
Con objeto de mejorar la fiabilidad de los indicadores ambientales, se han realizado mejoras en la herramienta informática que se desarrolló en 2010 para recopilar y agregar los datos objeto de análisis.
Todos los indicadores se han calculado partiendo de los protocolos específicos de medición y cálculo con el fin de homogeneizar criterios de aplicación. Algunos valores de años anteriores se han corregido de acuerdo con los nuevos criterios de clasificación revisados.
Debido a la naturaleza y variedad de las actividades de Abengoa, se presentan los conceptos más relevantes asociados a los distintos aspectos ambientales, puesto que carece de significado hacer una relación exhaustiva de todos ellos. Por ello, se han agregado y consolidado los datos disponibles de tal forma que den una imagen ajustada y real del impacto ambiental de la organización en función de las distintas actividades que se desarrollan.
Entre las actividades más destacadas para la minimización de impactos ambientales se encuentran las de prevención, gestión ambiental, inspecciones de vertidos y residuos, auditorías internas y externas, certificación por entidades competentes, formación a empleados y uso de tecnologías limpias, entre otras.
A continuación se presenta una relación de las materias primas utilizadas por actividad:
El porcentaje del total de los materiales utilizados que son materiales valorizados ha sido del 6 %.
Además, se tienen en cuenta los materiales que procesan las sociedades dedicadas al reciclado de residuos mediante su tratamiento, valorización y recuperación.
En el consumo directo de energía aparecen como elementos importantes los combustibles consumidos en los distintos procesos industriales, como secaderos de grano, hornos de fundición, maquinaria, etc., y en la producción de energía eléctrica en plantas de cogeneración.
El incremento del consumo de energía en 2011 respecto a 2010 se debe fundamentalmente al inicio de operación de nuevas plantas que consumen gas natural.
Los datos de la energía eléctrica consumida de la red corresponden a los centros de trabajo estables, tanto plantas como de oficinas, y a aquellos proyectos promovidos directamente por Abengoa.
Se han ajustado los valores de 2010 sobre las estimaciones de cierre del año.
Transformando este consumo eléctrico a las fuentes primarias utilizadas para su generación, de acuerdo con los datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) para los distintos países donde actúa Abengoa, resulta:
La energía producida y vendida durante 2011 se desglosa a continuación:
La diferencia entre el biocombustible producido y vendido se debe a la compra de gasolina para la producción de las distintas mezclas comerciales de etanol así como las operaciones de buy-sell realizadas a lo largo del año para dar respuesta a picos de demanda puntuales de bioetanol.
Hay que destacar que el 14 % de la producción de dicha energía eléctrica es de origen solar.
A continuación se muestran los resultados de los esfuerzos para perfeccionar la eficiencia energética mediante mejoras en los procesos tecnológicos y otras medidas de ahorro que se produjeron en 2011.
A su vez se han implementado iniciativas con el fin de reducir el consumo indirecto de energía. Estas iniciativas están relacionadas con los viajes de negocios y los desplazamientos a los centros de trabajo, como por ejemplo, la contratación de autobuses para facilitar el transporte de los empleados, o la gestión eficiente de la cartera de proveedores.
A lo largo de 2011 se han desarrollado distintas iniciativas para proporcionar productos y servicios más eficientes energéticamente.
No se ha identificado en el sistema de información de Abengoa ninguna fuente para la captación de aguas que esté incluida en la lista Ramsar de humedales o que se pueda considerar como especialmente sensible, ni que el consumo anual suponga más de un 5 % del volumen de las fuentes afectadas.
La política de sostenibilidad de la compañía establece como prioridad la reducción en origen, minimizando la cantidad usada o reutilizando el recurso para aquellas actividades donde no prime la potabilidad.
El incremento en la captación de agua de mar se debe a la puesta en marcha de varias plantas desaladoras.
La cantidad de agua reciclada y reutilizada ha sido de 1.211 hm3, lo que supone un 782 % del volumen total de agua captada en Abengoa.
En aquellas sociedades en las que, debido a su naturaleza, se altera negativamente el estado de las aguas utilizadas, se procede a su adecuado tratamiento para que la calidad final esté dentro de los límites establecidos en la normativa legal antes de ser vertidas a un cauce público.
Del mismo modo, todos los vertidos se encuentran autorizados y controlados por entidades competentes.
En 2011 no se han registrado, a través de los canales de información, derrames accidentales significativos, suponiendo el resto de los derrames (aceite, residuos y sustancias químicas) un coste total inferior a 10 k€.
No se ha detectado en el sistema de información de Abengoa la existencia de recursos hídricos o hábitats afectados por derrames de su propia actividad..
Abengoa produce en su actividad normal una gran variedad de residuos, la mayoría de ellos monitorizados mediante los distintos sistemas de gestión ambiental implantados en cada sociedad. Aquí se relacionan los más relevantes en función del destino final.
De acuerdo con nuestra política de gestión ambiental, todas aquellas sociedades que generan residuos peligrosos llevan a cabo un proceso exhaustivo de identificación y seguimiento de estos residuos y de sus cantidades en todas las operaciones de transporte con destino a los gestores autorizados, ya sean de Abengoa o de empresas externas.
Los resultados del Inventario de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de Abengoa en 2011 constituyen una radiografía completa de las emisiones derivadas de la actividad de la compañía: un análisis estructurado, según los alcances y las distintas fuentes, que además incluye las emisiones procedentes de las operaciones con biomasa y las diferencia. Este registro se ha difundido convenientemente con el deseo de que otras compañías también puedan situar sus políticas de cambio climático en el núcleo de sus actividades e intereses.
Para el cálculo de las emisiones de GEI se han tenido en cuenta las emisiones directas de todas las fuentes de Abengoa (combustión, proceso, transporte y emisiones fugitivas), las emisiones indirectas procedentes de la energía eléctrica, térmica o vapor adquirido y las procedente de los desplazamientos al trabajo, pérdidas en la distribución y transporte de la energía eléctrica y emisiones en la cadena de valor de los combustibles consumidos para la generación de la energía eléctrica adquirida. Igualmente, se reportan las emisiones correspondientes a la biomasa procedentes de la combustión o de procesos.
El cálculo de las emisiones se ha realizado siguiendo las metodologías del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) y del GHG Protocol, utilizando, cuando ha sido posible, los factores de emisión específicos de los combustibles; en otros casos, los valores de los inventarios nacionales de GEI de los países en los que se desarrollan las actividades de Abengoa y, en último caso, valores genéricos publicados por el IPCC.
Para Abengoa, el Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero es una herramienta que garantiza su responsabilidad y eficiencia frente al cambio climático.
Frente a otras técnicas de análisis de huella de alcance local, la contabilidad completa de las emisiones compromete a todas las sociedades de Abengoa, en todas las geografías.
La medición de emisiones en el inventario de Abengoa tiene claras ventajas respecto a otros instrumentos: es completa, tanto en su perímetro de consolidación como en los alcances; es verificable, tanto internamente como externamente; constituye un modelo global en el que fundamentar objetivos de reducción, y compromete a los proveedores en las políticas de preservación del clima.
Abengoa obliga a las sociedades de la organización a diseñar anualmente planes de reducción de emisiones. Fruto de las iniciativas de reducción propuestas, se ha estimado para 2011 una reducción total de 257.673 t de CO2 sobre el Inventario GEI 2010.
Para realizar esta contabilidad se ha tenido en cuenta la variación de la actividad, que es un factor con un significativo efecto distorsionador en los resultados. Así, una sociedad que ha tenido más actividad este año en comparación con el anterior habrá incrementado también sus emisiones. De ahí que el éxito en los planes de reducción radique en conseguir que el aumento de emisiones esté por debajo del aumento de actividad.
Con el fin de eliminar este efecto distorsionador, Abengoa no hace un estudio comparativo entre las emisiones de un año y las del anterior, sino entre ratios: toneladas CO2/actividad.
A continuación se presentan algunos ejemplos de las iniciativas más relevantes llevadas a cabo durante 2011.
Además, durante el año se ha finalizado el desarrollo de metodologías específicas para el etiquetado de emisiones de los siguientes productos y servicios:
En los últimos tres años no se han registrado en los canales de información de Abengoa emisiones significativas de sustancias reductoras de la capa de ozono derivadas de su actividad.
A continuación se detallan otras emisiones registradas durante 2011.
Abengoa entiende que una buena estrategia para la conservación de la biodiversidad implica una combinación de elementos relacionados con la prevención, gestión y restauración de los daños que se puedan causar en los hábitats naturales donde actúa.
Teniendo este aspecto siempre presente, se han llevado a cabo estudios de impacto ambiental y tareas de monitorización de las actividades que se desarrollan en terrenos adyacentes o dentro de áreas protegidas, la identificación de las especies afectadas y la valoración y evaluación de los impactos derivados (Anexo C tablas I y II).
La conservación de estos hábitats supone un objetivo que incluye desde planes de restauración y reforestación hasta estrategias enfocadas a la protección de especies vegetales y animales, capacitaciones para prevenir incendios forestales, etc. (Anexo C tablas III y IV).
La integración de las consideraciones ambientales asociadas al diseño de los productos y servicios contribuye a reducir el riesgo y mitigar los impactos ambientales derivados. Un diseño favorable para el medioambiente nos ayuda a adoptar un enfoque más proactivo para mitigar el grado de afección de éstos, identificar nuevas oportunidades de negocio y estimular las innovaciones tecnológicas.
En algunas actividades, los impactos ambientales de los productos y servicios producidos durante su utilización y al final de su vida útil pueden ser de una importancia igual o mayor a los resultantes de su fabricación, y suponen un reto medioambiental cada día más importante. En este aspecto, no se ha identificado en el sistema de información de Abengoa impactos significativos derivados del transporte de productos y otros bienes y materiales utilizados para las actividades de la organización, así como del transporte de personal. Tampoco se han identificado cantidades significativas de productos, envases y embalajes que sean recuperados.
La medición de los gastos de mitigación y protección medioambiental permite a Abengoa evaluar la eficiencia de sus iniciativas medioambientales. A continuación se desglosan en gastos e inversiones ambientales.
Durante 2011 se registraron cuatro infracciones relacionadas con la gestión inadecuada de residuos peligrosos en Murcia que fueron cometidas en 2010. El importe ascendió a 330.557 €. Abengoa no ha tenido conocimiento de ningún otro incidente.
Durante el año 2011 ha quedado firme una sanción impuesta por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Suecia a Befesa Scandust por importe de SEK 12.149.785 (aproximadamente EUR 1.185.576). El motivo de la sanción fue la no presentación en plazo del balance de emisiones correspondiente a 2006, causado por un fallo en el proceso informático. Varias empresas suecas afectadas por idénticas sanciones han presentado recurso ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. Befesa está contemplando esta posibilidad.