Mediante las herramientas utilizadas para percibir la satisfacción de los clientes, se han detectado áreas de mejora y oportunidad en las que la compañía debe focalizar sus esfuerzos:

  • Canales de comunicación.
  • Logística del transporte.
  • Proceso de tratamiento de las reclamaciones.
  • Proceso de facturación.
  • Cumplimiento de los nuevos requisitos que requieren los clientes o el mercado.
  • Tiempo de respuesta en la solicitud de ofertas y problemas.
  • Atención previa a la prestación del servicio.
  • Cumplimiento de los plazos de entrega.
  • Burocracia asociada a los procesos de compras.


Todas ellas serán sometidas a un riguroso análisis, tras el que se definirá un plan de acción con metas, responsables y medios económicos y humanos, que asegure una mejora en la línea de lo esperado por los clientes.