Según el economista Jeremy Rifkin, la revolución industrial basada en el petróleo, el coche y la producción centralizada de energía, la llamada Economía Negra, colapsó a finales del siglo xx. Después ha habido un intento de mantenerla a flote con burbujas como la financiero-inmobiliaria que ha estallado ahora. Frente a lo anterior hace falta una tercera revolución industrial: la Revolución Verde.
El calentamiento global, provocado por la acción humana, que aumenta la concentración en la atmósfera de CO2 año tras año, (en noviembre de 2010 la concentración de CO2 en la atmósfera fue superior a las 389 ppm, según la curva de Keeling), debe ser visto no solo como un grave riesgo para el medioambiente, y en consecuencia para la vida, sino también como un elemento muy negativo para la economía mundial, donde el impacto del cambio climático expondría al mundo a una recesión que podría alcanzar el 20 % del PIB global, según el Informe Stern sobre la economía del cambio climático, implicando el riesgo de una disrupción de la actividad económica y social durante el resto de este siglo y el siguiente.
Curva de Keeling, incremento de CO2 en la atmósfera en ppm (partes por millón). (Dr. Pieter Tans, NOAA/ESRL, www.esrl.noaa.gov/gmd/ccgg/trends)
Según el mismo informe, se necesita una inversión equivalente al 1 % del PIB mundial para mitigar los efectos del cambio climático, pero hasta ahora no se han tenido en cuenta los costes externos de la actividad industrial en los procesos de decisión. Esto implica que las consideraciones medioambientales y sociales se han incluido muy raramente en los habituales criterios económicos. En las conclusiones del informe, la única cuestión que queda abierta es el tiempo que se tardará en llegar a una economía de cero emisiones.
Dentro de este contexto de cambio, Abengoa es hoy referente mundial en el desarrollo de soluciones tecnológicas innovadoras para el desarrollo sostenible. Abengoa, con todos sus grupos de negocio, hace una apuesta constante, desde su política y estrategia de innovación, por una explotación sostenible de los recursos y materias primas que abarque todo su ciclo de vida, gracias a lo cual es líder internacional en un número significativo de áreas claves de la llamada Economía Verde. Este término fue acuñado en medio de la actual crisis económica mundial por el programa de medioambiente de las Naciones Unidas, el 22 de octubre de 2008, dentro del llamado «Global Green Deal», que define la interdependencia entre la actividad económica y los ecosistemas naturales, así como el impacto adverso de aquella sobre el cambio climático y el calentamiento global.
La acuñación Economía Verde fue usado también por el presidente Obama en su discurso ante el congreso de EEUU el 25 de febrero de 2009 para referirse a su ambicioso plan de reforma energética, cuya implementación se producirá mediante un programa cap-and-trade (incentivos económicos para minimizar las emisiones), que reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80 % para 2050 y creará millones de nuevos empleos verdes.
En España, el 19 de marzo de 2010 el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley de Economía Sostenible, que, planteado como la ley estrella de esta legislatura, pretende cambiar el modelo productivo español en diez años y basarlo en industrias con mayor valor agregado, esto es, más innovadoras y competitivas.
Abengoa lleva apostando por este desafío los últimos 20 años, desarrollando su capacidad de innovación tecnológica como la herramienta necesaria para este cambio, invirtiendo en investigación, desarrollo e innovación; difundiendo de manera global las tecnologías con mayor potencial y desarrollando el talento necesario.