El ámbito del desarrollo sostenible es extenso y profundo. Las primeras referencias formales al desarrollo sostenible aparecen en el Informe Brundtland de 1987 elaborado para la ONU. En la actualidad, se entiende la sostenibilidad como el hecho de satisfacer las necesidades presentes, sin que ello comprometa las posibilidades de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades. Se trata de un concepto integrado por tres dimensiones que interactúan y se complementan entre sí: la dimensión medioambiental, la dimensión social, y la dimensión económica. La primera de estas dimensiones, y quizá a la que más relevancia se está dando últimamente, la medioambiental, hace referencia al modo en que la actividad humana y de las organizaciones genera impactos en el entorno y los ecosistemas.
En este sentido, existe una creciente concienciación social con respecto a la sostenibilidad medioambiental, y en concreto con el problema del cambio climático, lo que está llevando al establecimiento de marcos regulatorios cada vez más estrictos y menos permisivos con los impactos medioambientales de las empresas. Se está produciendo, por tanto, un cambio de paradigma mundial, que tiene profundas implicaciones a nivel empresarial y, que obliga a las organizaciones a adaptar su estrategia y sus actividades. Dicho cambio tiene consecuencias directas sobre la actividad de las empresas, ya que las somete a un amplio abanico de riesgos que deben tratar de mitigar, entre los que es posible destacar los siguientes:
En primer lugar, los riesgos reputacionales. La imagen de marca puede verse afectada si los grupos de interés en general, y los consumidores en particular, perciben una actitud negativa por parte de la empresa. Más pronto que tarde, los consumidores van a incorporar, como variable de su decisión de compra, el desempeño medioambiental de las empresas productoras.
También, los riesgos regulatorios, asociados a la necesidad de adaptar la empresa a los nuevos marcos legislativos, con el consiguiente coste que puede llegar a hacer inviables algunas actividades. En esta misma línea, puede producirse un descenso de la demanda de productos y servicios que requieran un elevado consumo energético o generen muchas emisiones.
Por último, los riesgos legales también adquieren una gran notoriedad, ya que el endurecimiento de la legislación podría dar lugar a un incremento de las demandas por incumplimiento de la misma.
Adicionalmente, existen riesgos físicos: el cambio climático podría generar problemas a las instalaciones y producirles graves consecuencias. Por ejemplo, determinadas instalaciones cercanas a la costa podrían verse inundadas; el incremento de precipitaciones en determinadas regiones aumentaría los problemas de corrosión en instalaciones no preparadas específicamente para soportar lluvias frecuentes; la desertización de otras geografías podría generar problemas para la operación de las plantas, etc.
Por último, existen otra serie de riesgos difíciles de valorar. Por ejemplo, pueden aparecer innovaciones disruptivas, tanto tecnológicas como de nuevos modelos de negocio vinculados a la lucha contra el cambio climático, que producirán fuertes cambios en determinados sectores económicos, dejando fuera del mercado a aquellos jugadores que no se hayan anticipado a los cambios. También pueden producirse cambios en los mercados, de modo que la creciente presión por reducir emisiones permita dotar a determinadas geografías de una ventaja respecto a otras debido a sus recursos naturales (por ejemplo, acceso a radiación solar), alterando así el equilibrio competitivo: aquellas empresas ubicadas en dichas geografías gozarán de una importante ventaja competitiva.
Foto realizada por Deiviti Bronzel, de Bioenergía, para el I Concurso de Fotografía de Abengoa sobre Desarrollo Sostenible
El objetivo básico de la política de sostenibilidad de cualquier organización debe ser mitigar y reducir al máximo todos estos riesgos, a través de una serie de actuaciones que contribuyan al desarrollo sostenible. Sin embargo, igual que aparecen estos riesgos también surgen nuevas oportunidades de negocio.
Oportunidades reputacionales. Aquellas empresas con un enfoque proactivo en materia de cambio climático van a verse favorecidas por unos clientes que valorarán sus esfuerzos. El resto va a notar el cambio directamente en su cuenta de resultados. En este sentido, conviene recordar a aquellos que duden de la importancia del riesgo reputacional algunos famosos casos del pasado, en los que una corriente de opinión negativa hacia una determinada marca provocó auténticos estragos en sus beneficios. Hoy, la apuesta por la sostenibilidad es una ventaja competitiva, pero mañana será una restricción para poder competir. Abengoa, como una de las empresas que ha demostrado su compromiso en la lucha contra el cambio climático desde el principio, cuenta con la oportunidad de posicionarse como marca de referencia en el ámbito de la sostenibilidad.
Oportunidades regulatorias. Fomento de la innovación en determinados negocios, que pueden dar lugar de manera simultánea a una reducción de costes y a una disminución de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Un ejemplo en este sentido son las desaladoras que abastecen parte de su consumo eléctrico con energía undimotriz aprovechando la proximidad de la planta de desalación a la costa, lo que constituirá una importante ventaja competitiva a medida que la generación eléctrica con este tipo de tecnología vaya madurando. Asimismo, determinados negocios, como el reciclaje de zinc y de aluminio (Befesa) pueden incrementar de manera muy notable su actividad: el reciclaje de dichos metales reduce en un porcentaje muy significativo las emisiones de CO2 respecto a la extracción del material, por lo que tendría unos costes que no serían competitivos.
Oportunidades legales. En la medida en que las empresas competidoras que no respeten escrupulosamente la legislación vean sus costes incrementados como consecuencia de demandas medioambientales, aquellas organizaciones que sí hagan frente a sus compromisos van a tener la oportunidad de ser más competitivas. Por otra parte, la obligatoriedad de reducir emisiones de GEI o el establecimiento de porcentajes de mezcla obligatorios para biocombustibles suponen una oportunidad para los negocios de Abengoa, ya que muchas empresas van a necesitar recurrir a fuentes de energías limpias para cumplir con sus compromisos.
Otras oportunidades: las innovaciones relacionadas con la sostenibilidad en las que actualmente trabaja Abengoa (energía solar, energía de mares y océanos, tecnología del hidrógeno, eficiencia energética, biocombustibles de segunda generación, captura y valorización de CO2, etc.), pueden llegar a convertirse en los negocios clave del futuro.
En resumen, la política de sostenibilidad debe ayudar a gestionar tanto los riesgos como las oportunidades asociadas al cambio climático y la sostenibilidad. Para ello, por un lado es necesario conocer, comprender y gestionar los riesgos de todo tipo, y por otro, identificar, dimensionar y gestionar las oportunidades potenciales, todo ello articulado con unas adecuadas herramientas de medición, sistema de reporte y planes de mejora. En este sentido, Abengoa cuenta con una política de sostenibilidad, una política de medioambiente claramente definidas en su normativa interna, un sistema de gestión de riesgos que incluye los medioambientales, un inventario de emisiones de GEI, y planes específicos de reducción de emisiones para todos sus grupos de negocio. En concreto, es necesario mencionar varios elementos que convierten a Abengoa en un referente en materia de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático:
Y es que Abengoa está convencida de que el mundo necesita soluciones que permitan hacer nuestro desarrollo más sostenible. En línea con esta visión, decidió hace más de diez años enfocar su crecimiento en la creación de nuevas tecnologías que contribuyan al desarrollo sostenible:
Pero Abengoa no sólo enfoca su crecimiento hacia actividades que contribuyan al desarrollo sostenible. Desde hace tiempo, la política de sostenibilidad de Abengoa forma parte de los compromisos empresariales, de modo que además la Compañía pretende llevar a cabo sus actividades de un modo sostenible.
Foto ganadora de la I Edición del Concurso de Fotografía de Abengoa sobre Desarrollo Sostenible realizada por Mercedes Macías París, de Abener
En el caso concreto de la reducción de emisiones GEI, en 2007 Abengoa dio un primer paso con la creación de Zeroemissions, compañía que aporta soluciones globales para el cambio climático, mediante la promoción, el desarrollo, y la comercialización de créditos de carbono, la consultoría estratégica de carbono, la compensación voluntaria de emisiones, y la innovación en tecnologías de reducción de GEI. Después creó la secretaría general de Sostenibilidad. Y como parte de su estrategia de crecimiento, está desarrollando las actividades de captura y almacenamiento de CO2 y de eficiencia energética. Todas estas vías de actuación convergen hacia un objetivo común, que no es otro que combatir el cambio climático en una decidida apuesta por el desarrollo sostenible, incorporado este compromiso en nuestro planteamiento estratégico:
Es necesario señalar que este esfuerzo se lleva realizando desde hace tiempo, y que además del inventario de emisiones, Abengoa está desarrollando una importante actividad en torno a la lucha contra el cambio climático:
En resumen, a fin de alcanzar los objetivos de negocio y compromiso con la sostenibilidad y lucha contra el cambio climático, Abengoa:
Asimismo dedica, por medio de la Fundación Focus-Abengoa, recursos humanos y económicos a promover políticas de acción social que contribuyen al progreso social y humano.
Esta filosofía inspiradora, que impulsa a Abengoa a desarrollar soluciones innovadoras para el desarrollo sostenible, es la que impregna toda la organización, definiendo así la misión y visión de la Compañía.
Abengoa es una empresa tecnológica que aplica soluciones innovadoras para el desarrollo sostenible en los sectores de infraestructuras, medioambiente y energía, aportando valor a largo plazo a sus accionistas desde una gestión caracterizada por el fomento del espíritu emprendedor, la responsabilidad social, la transparencia y el rigor.
Llegar a ser un referente mundial en el desarrollo de soluciones tecnológicas innovadoras para el desarrollo sostenible.
En Abengoa, la visión va mucho más allá de ser una mera declaración de intenciones. Se trata de una verdadera guía inspiradora en la toma de decisiones estratégicas, de modo que el crecimiento de la Compañía se basa en la inversión en sectores, actividades y geografías en las que:
Este enfoque, que ha permeado en todos los niveles de la organización, es una de las claves del éxito de la Compañía.
La nueva sede de Abengoa en Sevilla, inaugurada el pasado 23 de septiembre, es el primer parque empresarial dedicado a la innovación de Andalucía y el mayor complejo tecnológico empresarial de iniciativa privada del sur de España.
El diseño de Campus Palmas Altas (CPA) corrió a cargo del arquitecto Richard Rogers, que ha trabajado en colaboración con los españoles Vidal y Asociados Arquitectos (Madrid), el estudio de Juan Fernández Carbonell (Sevilla) y con Ingeniería Agrup.
Foto realizada por Bernabé Lugo Puerto, de Inabensa, para el I Concurso de Fotografía de Abengoa sobre Desarrollo Sostenible
CPA, en su vocación de ser un referente en materia de edificación sostenible, incorpora los últimos conceptos de desarrollo sostenible, especialmente en todo lo relacionado con la aplicación de avances punteros en materia de ahorro y eficiencia energética. En este sentido, se ha recurrido a un diseño arquitectónico optimizado y al uso de energías renovables, que minimizan la necesidad de uso de fuentes energéticas contaminantes.
Cabría destacar los siguientes elementos:
Foto realizada por Eduardo Rituerto García, de Inabensa, para el I Concurso de Fotografía de Abengoa sobre Desarrollo Sostenible
Accésit del I Concurso de Fotografía de Abengoa sobre Desarrollo Sostenible realizada por Adela María Márquez-Sánchez Bermejo de Abener
Accésit del I Concurso de Fotografía de Abengoa sobre Desarrollo Sostenible realizada por Ana Carnal Adrés-Montalvo de Zeroemissions
Accésit del I Concurso de Fotografía de Abengoa sobre Desarrollo Sostenible realizada por Mª Victoria Sánchez Jiménez de Abengoa
Abengoa está convencida de que el mundo necesita soluciones que permitan hacer nuestro desarrollo más sostenible