La economía mundial tiene ante sí tres grandes retos: la crisis financiera, debida a la contracción del crédito; el elevado coste de la energía, provocado por el agotamiento de los combustibles fósiles, y el cambio climático, ocasionado por la creciente emisión de gases de efecto invernadero, que ya está causando cambios reales en los ecosistemas, entre cuyas consecuencias cabe señalar un aumento de las enfermedades, la erosión de las costas, y la intensidad de las sequías e inundaciones que repercuten en la disponibilidad de agua dulce.
Para superar la situación actual es necesario un impulso global y coordinado de empresas y gobiernos que contribuya a la recuperación económica mundial, en el corto plazo, y a sentar las bases para un crecimiento sostenido, en el medio y largo plazo.
- Felipe Benjumea Llorente -